-La primera vez que un profesor le pegó un grito, ya no digo a un golpe, a un alumno, y al día siguiente apareció su padre diciendo que a su hijo no le gritaba nadie, empezamos a crear esto - dijo la jefa de estudios-. Sin autoridad no hay disciplina. Ahora ya no hay quien le ponga el collar al perro, porque ya no es un perro. Se ha hecho un monstruo.
Nadie respondió. Continuaron paralizados. Aplastados por el rápido e inesperado giro de los acontecimientos.
Todos los alumnos estaban ya fuera del centro, en el patio o en sus inmediaciones, unos curiosos, otros participando activamente del caos."
Las Furias
Jordi Sierra i Fabra.
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