Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo
Si vienes, por ejemplo, a las 4 de la tarde, te estaré esperando desde las 3 y cuanto más se aproxime la hora de la cita, más feliz me sentiré. Y para las 4, me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré entonces el precio de la felicidad! Pero si vienes a horas distintas no sabré cuando empezar a preparar mi corazón.
ResponderEliminarGran libro y mejor regalo:)